lunes, 26 de marzo de 2007

¿TIENE SENTIDO EL CANON?


La pregunta es... ¿tiene sentido el canon?. Se cruzan opiniones en uno y otro sentido, se emiten juicios contundentes y se aplican frases cargadas de sutilezas legales o, cuando menos ingeniosas, pero repetimos, la pregunta es... ¿tiene sentido el canon?


La respuesta no hay que buscarla ni en sesudos documentos, ni en las ya habituales intervenciones televisivas de los detractores de la medida legal. La respuesta está a la vista.. La respuesta está en el mismo acto de crear una obra. En el cuadernillo de notas de un compositor, en el documento de Word a medio terminar de un guionista o en la cabeza de ese chaval que quiere dirigir su primer corto.


Se puede argumentar lo contrario, pero no creemos que haya un porcentaje elevado de personas que decidan componer, escribir o dirigir... pensando, a priori, en el dinero.


No funciona así.


Un disco no sale de la nada, una película no sale de la nada, un libro no sale de la nada... y eso lo saben aquellos que hoy se llevan las manos a la cabeza cuando se habla del canon. Defienden la ¿cultura libre?, se oponen a la aplicación de la compensación equitativa por copia privada otorgándole estatus de “medida antipiratería” y, lo más importante... le roban al autor la posibilidad de verse compensado por su trabajo.


Es absurdo que exista la copia privada sin canon. Sería ilegal y tremendamente injusto. Negaría un incentivo, por demás lógico y asumible por todos (o casi todos), a los creadores que, en definitiva, son realmente los perjudicados.


No nos engañemos... ni llamemos a engaño.


Por eso, sería sensato dejar de esgrimir argumentos que apelan a conceptos tan mal usados y manipulados como son el de “cultura para todos”, “libertad digital” y otros tantos, cada cual más surrealista. Acorralemos nuestro egoísmo y pensemos en los creadores.


Y es que el derecho a la remuneración por el trabajo debe ser reconocido y respetado por todos. Seas camarero, dentista, albañil o profesor tienes derecho a cobrar por tu trabajo. Entonces ¿por qué seguir concibiendo al autor como un sujeto abstracto que tiene la obligación de producir para entretenernos gratuitamente? ¿Su tiempo y sus ideas no deben ser retribuidas?


¿Tiene sentido el canon? Definitivamente SÍ.


Las ideas tienen dueño.

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